Solo para mamás



¿Cómo hacer para que tus niñas disfruten hacer sus tareas?

Algunas empiezan con tanto entusiasmo, listas para probarle al mundo que son responsables y están dispuestas a enfrentarse a los desafíos de ser una “niña grande”. Pero como lo es con todo, lo que empieza con emociones, este entusiasmo se apaga y terminas siendo la mamá que tiene que estar tras de ella para que haga sus tareas. Ya estás tras de ella para que haga sus tareas de la escuela, para que limpie el cuarto, para que no moleste a sus hermanos y para todo lo demás, y hasta te cansas del pensamiento de dejarlas en el Pre-Sisterhood. Lo que pensabas que iba a ser una gran forma de motivarla a crecer, se convierte en un peso para ti. 

La buena noticia: ¡eso puede cambiar!

Date cuenta de que el Pre-Sisterhood está equipado para ayudarte, tanto a ti como a ellas. Las tareas te hacen recordar qué tan importante son ciertas actitudes y comportamientos para todas las mujeres, jóvenes y adultas. 

Si te cuesta motivar a tus hijas, tal vez necesites aprender trucos de cómo educarlas para que destaquen en todo. Este blog te ayudará de varias formas. Por favor manda comentarios, preguntas y sugerencias para temas, porque estoy segura de que no eres la única mamá pasando por eso. 

Tu ejemplo es la mejor motivación para tu hija. Sé la primera en mostrarle cómo debe de hacer las cosas. Muéstrales los maravillosos beneficios de hacer sus tareas y de mostrarles cómo Dios nos bendice con grandes resultados si sacrificamos nuestra carne para hacer lo que es difícil. 

Tu ejemplo negativo es el mejor exterminador de lo que la motivaba. Si ella ve que te arrastras para hacer tus quehaceres diarios, ella será igual. Si te ve quejándote, con actitudes negativas, siendo egoísta y grosera, harás sus esfuerzos para crecer en Dios mucho más difíciles. Tu negatividad es como una piedra atada a su cuello. 

¡Elógiala, felicítala, y elógiala otra vez! Cada vez que hace algo bien, dile lo que tan orgullosa está. Y aunque haga algo medio bien, elógiala por lo que sea que hizo bien, pero también añade, “¿Ves que tan bien hiciste esto? Sé que eres muy talentosa y tienes tan buen corazón que harás otra vez esta otra parte que necesita un poco más de empeño. ¡Buen trabajo! Ahora muéstrame cuando termines con esta otra parte que no está completamente terminada”. Ella tendrá ánimos para seguir.  

Se amable cada vez que necesite corrección o disciplina. Hazlo con cuidado, con un propósito, y no con emociones. NUNCA la llames con nombres: “¿Por qué eres tan vaga?”, “Solo niñas estúpidas no hacen lo que prometen”, “Eres tan egoísta”, “¿Qué pasa contigo? ¿Por qué no haces nada bien?”. Corrígela por sus acciones equivocadas y actitudes malas. Pero no ataques su carácter. La lastimarás profundamente y ella perderá todo el deseo de agradarte. Si su propia mamá dice que es boba y vaga, pensará que no tiene valor y que nunca podrá hacerte feliz.  

Se una mama que abraza y da besos - ¡¡muchos!! Cariño físico, abrazos, cosquillitas y caricias crearán vínculos de amor y confianza entre madres e hijas. Como mujeres, siempre buscamos este tipo de atención. Pero  tu hija está desarrollando ahora mismo su amor propio y la forma en que la tratas estará extendiendo una base de cómo se verá por el resto de su vida. ¡No seas tacaña con esto!

¿Pensabas que tu hija era la única que tenía tareas? ¡Sorpresa! Estas son tus tareas especiales, para que te esfuerces en ello de ahora en adelante, hasta que todos tus hijos sean adultos. No te quejes qué tienes que hacer estos cambios para ayudarlas. Esto te ayudará a ser una mejor madre, una mejor esposa y una mejor mujer de Dios.

Qué Dios te bendiga.
Evelyn Higginbotham


Si tienes preguntas, escríbelas en los comentarios o mándame un e-mail a:
feh@succeedinlife.org




¿Qué quieres decir con agallas?







Tener coraje, verdadera valentía, ir al grano, se trata de tener la fuerza de perseverar, de creer y de superar lo que sea para alcanzar tus metas. Las agallas tienen todo que ver con una determinación inteligente, y nada con caprichos sentimentales. Es tener la mente sobre las emociones. Todas tenemos que luchar por eso. Es la llave para ser exitosas en todo lo que hacemos.

Tú, como mamá, ya conoces muy bien las agallas: cuando no sientes ganas de levantarte y de ir a trabajar, igual lo haces; cuando no tienes ganas de despertarte en el medio de la noche para alimentar al bebé que llora, igual lo haces, cuando no tienes mas energía de contestar cien preguntas más de un niño curioso, igual lo haces, y cuando estás cansadísima de un día ocupado, igual vas a honrar a Dios en Su Casa. Eso son agallas.

Pero va más allá de lo básico. Hay una valiente determinación que tenemos que desarrollar en nuestro interior que se basa en nuestra fe en Dios. Esta determinación que sabe que si damos nuestro todo a Dios, sin darnos por vencidas, las bendiciones serán tan inmensas que no las podremos medir. Ninguna de nosotras hemos dado, de verdad, nuestro todo, pero las que buscamos hacerlo y tenemos el coraje de hacerlo, hemos visto los resultados de eso. Es una determinación que está dispuesta a creer en un largo viaje, en un trayecto por el desierto, la visión de las bendiciones que solo nuestra fe ve, cuando nuestros ojos no ven nada.

Mamás, si esta es la clase de carácter que está desarrollando, de encontrar gozo en este tipo de perseverancia, estás cerca al Espíritu Santo. Para las que ya están bautizadas en el Espíritu Santo, este es uno do los frutos. Cuando todo parece deprimente, tienes el gozo – no el gozo loco y delusivo, pero uno que tiene fe absoluta en las bendiciones que vendrán muy pronto. Cada mamá que sabe del poder de las verdaderas agallas, las pasará a sus hijos. Cada hijo que desarrolle las verdaderas agallas en su fe en Dios  y en su forma de enfrentar la vida, serán un éxito.

Solo observa a tus pequeñitos. ¿Arrastran los pies cuando tienen que hacer sus deberes? Entonces, mírate a ti misma. ¿Arrastras TUS pies cuando deberías de perseverar en la fe? ¿Encuentras gozo aunque estés en el desierto? ¡Para de perder tiempo molestando a tus hijas para que cambien, si no cambias tú!

Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.” (2 Pedro 1:10)


Cuando mamá está bien, todo está bien



El Pre-Sisterhood es tanto para las niñas, como para que las madres aprendan a como guiar sus hijas. Manda estos enlaces para todas las madres que conozcas porque estaremos colocando muchos consejos de cómo ser la mejor para tus amorcitos.
¿Qué pasa cuando los niños están rodeados por personas a la cuales no les importan si existen? Se ponen muy, muy activos. Se ríen más fuerte de lo necesario, hablan más fuerte, y actúan de una manera muy irritante, como si estuvieran de lo más feliz sin importar lo que sucede. De hecho, están intentando de hacerse creer que están feliz. La tranquilidad y el silencio los irrita porque les hace recordar que se sienten rechazados y no amados, y de ahí, pueden surgir muchos problemas: comportamiento destructivo, ira, agresión, depresión, y hasta los niños pequeños buscan adicciones para esconder el dolor.  

¿Has oído hablar de un problemita llamado bipolar? Este sentir de rechazo es lo que empieza una cadena de problemas que hace a los psiquiatras diagnosticar la enfermedad y prescribir medicamentos que aturden la mente. Lo llaman de “desequilibrio químico” que solo se puede tratar con medicamentos psicóticos. Pero la verdad es que se tratar de un mal funcionamiento parental.
Hace unas semanas, visité un orfanato no muy lejos de Houston con algunas chicas del Sisterhood para divertirnos con los niños de ahí. Los más pequeños absorbieron todo el amor y la atención con entusiasmo. Pero los de 9 años para arriba actuaron exactamente como describí. Al inicio fríos y con mucha sospecha, y después cambiaron y eran excesivamente ruidosos y activos, riéndose, saltando, hablando, gritando, como para hacerse creer que estaban tan felices. Estos niños estaban intentando de hacerse notar. Su intento desesperado de aparentar feliz me partió el alma. Ni siquiera lo querían demostrar para nosotras, si no para sí mismos. 
Nadie da a luz a un niño automáticamente feliz. No puedes decir, “¡Ah! Este resultó mejor que los otros. ¡Me lo quedaré!” Los niños no “resultan”. Cada uno es único en su personalidad y talentos, pero su sentir de bienestar y seguridad tiene que ser formada por los padres. Una madre infeliz y miedosa crea inestabilidad en la casa. 

Una madre o padre que demuestra señales de que se ofende con la presencia de su hijo, crea inestabilidad, sin importar cuanto tiempo dedican o dinero invierten en ellos, ni cuantas veces lo arrastran a la iglesia. Los niños son expertos en ver la hipocresía en nosotros. Si decimos que los amamos y después ponemos los ojos en blanco cuando actúan como niños, sus antenas están alerta intentando de saber por qué no son queridos, y por eso se ponen muy activos: “Si mamá está cansada de mí, talvez me prestará atención si soy muy, muy ruidoso! ¿Qué tal si digo “Oye mami, sabes qué? ¿Mami? Oye mami, ¿sabes qué?, una y otra vez por algunos minutos? Eso hará que me quiera más. ¿No da resultados? Talvez si pateo a mi hermana en las espinillas y tiro su muñeca contra la silla mami se dará cuenta lo cuanto la necesito…”

Todos sabemos los buenos resultados que eso trae. 

Las madres que buscan ayuda para si antes que nada, tienen más capacidad de poder ayudar a sus hijos. El ambiente en casa es más radiante cuando mami está en paz, y sin decir mucho, todos se sienten más felices – incluyendo a papá. ¿Y por qué estoy apuntado los dedos hacia mamá como si fuera todo su culpa? No lo estoy haciendo. Solo sé que, entre todas las parejas y familias que he aconsejado, que si verdaderamente mamá está bien, todo estará bien y lo demás se podrá arreglar. 




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